Dionisio Soler, solo se mudó de escenario por que finalizó el contrato de su vehículo- cuerpo, ese hombre que con su danza y trabajo, mucho pero mucho trabajo se fue ganando un espacio entre los comparseros y aquellos que querían exponer un trabajo en el teatro Vera. 0tra vez el espacio cultural del Universo ha ganado un artista excepcional hace años atrás se nutrió de chamameceros, ahora fue un maestro de la danza tal vez para confirmar la letra de una poesía que reza: " Chamamé es música, avá ñee y danza..." es evidente que los dioses mitológicos de la raza guaraní se sigue nutriendo de artistas especiales para sus escenarios, en algún momento también nosotros los seres comunes u hombres de grises como diría Benjamín Solari Parravicini, en algún momento llenaremos los palcos y tribunas para verlos nuevamente actuar en eso que son magistrales cada uno de ellos.
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